Sin tabú (B-67)

A estas alturas, ya nadie duda que el sexo, es una de las cosas más naturales de este mundo y, todos los trabajos que se derivan del mismo, pueden resultar, en la mayoría de las ocasiones, inmorales para muchas personas que al día de hoy siguen viviendo rodeada de tabúes. Sin embargo, para aquellos que no vivimos en el interior de una campana de cristal, con el paso del tiempo, nos hemos vuelto mucho más liberales y, todo lo que concierne al acto sexual, se ha vuelto más común. Con los años hemos conocido nuevas prácticas sexuales, manías, gustos y, el crecimiento de las llamadas escorts a niveles insospechados, donde las mujeres disfrutan del placer sexual de estos encuentros. En la actualidad, cuando hablamos de una escort, ya no hay que contar a lo que se refiere dicha profesión, sino que muchas personas conocen lo que es y significa: una chica, relativamente joven que ofrece sus servicios de confianza y complicidad. Es cierto, estas mujeres son profesionales en distintas áreas del goce sexual. Eso nadie lo va a negar, y la contratas mediante un acuerdo establecido por ambas partes. Las escorts independientes (perfectamente las puedes encontrar en Internet) son aquellas que no trabajan para ninguna empresa que realiza estos servicios y poseen (es lo más normal) un largo catálogo de mujeres que están dispuestas a satisfacer y complacer a sus clientes. Seguramente si te has dado una vuelta por estos sitios, habrás encontrado a toda una serie de chicas que ofrecen los más variopintos servicios, desde masajes eróticos (también duchas) orgías, tríos, dominación, sexo anal, sado-masoquismo, sexo anal y, un largo etcétera, incluso otra clase de servicios que no radican en el sexo. Y es que os vamos a hablar de la Girlfriend Experience, dicho en otras palabras, la experiencia de pareja, conocida por el acrónimo de GFE