Pecas (B-150)

Pecas

Perfecto, si os digo la verdad no sabía que estabais tan deseosos Me alegro que este blog os ayude en vuestros deseos. Por lo que he leído en los correos que me han llegado esta semana y, al parecer, estáis consiguiendo vuestros objetivos. Tanto los que tenéis novias como los casados estáis consiguiendo que vuestras compañeras, por supuesto, disfruten siéndolo. De eso se trata. Poco a poco obtendréis aquello que deseáis. También habéis de tener un poco de paciencia. Roma no se hizo en un día. En vuestros mensajes continuáis expresándome vuestros deseos que os cuente cosas sobre mi pasado, sobre todo sexual. Ya os dije en mis últimos escritos que me parecía bien, solo espero no decepcionaros ya que todo ocurrió por pura casualidad. Hay cosas que, aunque parezca mentira ocurren así. Y espero no detenerme mucho en los detalles, de lo contrario tendrá que haber una tercera parte de este llamado epílogo. Así pues, empecemos de una vez. Tuve mi primera novia a los diecisiete años y ella tenía la misma edad. Eso no tendría ninguna importancia y, por otro lado, pensaréis que es más bien normal sí, esta chica a la que llamaremos Diana, me dijo que estaba segura de que su cuerpo era para que lo disfrutaran los hombres y, ya tenía una relación con otro hombre, pero que no le importaría salir conmigo. Yo acepté, ya os dije en mi anterior escrito que nada de celos ni posesiones. Y puedo adivinar lo que muchos de vosotros estáis pensando. Que los tres nos acostábamos juntos. Os equivocáis. Nada de eso, es más, nunca conocí al otro muchacho o muchachos (ya que estaba seguro que había más que se la beneficiaban). Eso sí, follábamos en cualquier lugar, y cuando digo el cualquier lugar, me refiero a portales y, sobre todo en los parques. Tampoco quiero que nadie piense que era una chica fuera de serie, nada de eso. Os lo puedo asegurar. Tenía las tetas pequeñas y las caderas anchas, igual que esas jovencitas que podéis encontrar en Putas Madrid... De cara no estaba mal, nada del otro del mundo pero era atractiva. Eso sí, tenía un montón de pecas. Era atractiva y quería experimentar, aunque como imagináis no era virgen. Con sus ansias de experimentar fue cuando me la follaba en todos los sitios públicos, sobre todo en los parques. Supongo que más de un viejo se hizo una felacion a nuestra salud mientras nos miraba. Debieron pasar unos meses y abandonó al otro chico, según me dijo, para dedicarse enteramente a mí. Por aquel entonces empecé a entrenarla para que solo me diera placer a mí, a crearle una dependencia, de forma que tan solo le tenía que decir que me apetecía follarla, para que nos fuéramos a uno de estos enormes y solitarios aparcamientos. Nos metíamos entre dos coches, ella se apoyaba en uno, y yo le bajaba las braguitas mientras le toqueteaba las tetas y me la follaba a gusto. No creáis que siempre era yo quien decía que me apetecía follar. Muchas veces ella deseaba ser follaba y me lo decía tranquilamente. Así fue durante casi un año y, no recuerdo por qué, decidimos dejarlo. Sé de ella (y aún la veo). Se casó con uno de esos tipos normalillos, vaya, me refiero a uno que trabaja en un despacho ocho horas al día y le mete la polla el sábado por la noche. No gran cosa. Diana fue una buena experiencia para mí (y sé que yo lo fui para ella o esto es lo que dice cuando nos vemos). Yo siempre he mantenido (y mantengo) buenas relaciones con mis ex novias. Es algo esencial. Al fin y al cabo recuerda que tú eres el macho Alfa, y has de sacar, antes o más tarde, provecho de ello. Parece que esto se alarga bastante así que, semanalmente iré escribiendo hasta que termine de contarlo todo. Yo pensaba que con un par de epílogos habría bastante pero, por lo visto, no será así. Bueno, pues habrán lo que se necesiten. Ya sabéis que a mí no me importa en absoluto. La próxima semana más.

X

X