Ya desnudos los dos, como dos adolescentes que van a disfrutar por primera vez del sexo, la emoción y la excitación era cada segundo más intensa. Comencé a acariciar su cuerpo con mis manos. Su piel era cálida, transmitía erotismo en cada poro de su piel. Esta escort en Madrid era puro fuego, pura pasión. Jamás pensé que una mujer podría provocar en mí este sinfín de maravillosas sensaciones. Mi sexo estaba ya como una roca, pedía disfrutar del cuerpo de esta maravillosa mujer. Llegó la hora de hacerlo.
Nuestra cita era en el Retiro. Ella era una preciosa escort en Madrid con la que contacté esta mañana. Son las 19,30 y nuestra cita es a las 20,00. Sentía un cosquilleo que me recorría todo el cuerpo. Desde que la vi en las fotos de un portal, sentí la necesidad de estar con ella. Su cuerpo era escultural, su cara, la de una Barbie rubia de ojos azules, con una larga melena que le llegaba hasta la cintura. Me dijo qe la esperara en un punto muy concreto. Yo llevo ya un buen rato aquí, llegué demasiado temprano, quizás por mi ansiedad de estar con ella. Espero que sea puntual, me incomodaría si no lo fuera. Pero ahí está, imponente, llegando a paso lento, sin prosas, pero haciendo notar su presencia. Los hombres se giraban a mirarla con deseo. Las mujeres también, con cara de envidia. Esa monumental mujer no pasaba desapercibida.
No lo duden, en la variación está el gusto. Si estudiamos mínimamente los mitos sexuales, nos encontramos con los de los hombres de color. Todos sabemos (más o menos) lo que dicen sobre ellos. Pero ¿Y la versión femenina? Si hay alguna posibilidad de tener una cita con una escort negra (o mulata), le aconsejamos que no la deje escapar. Y ahora, la pregunta del millón ¿Por qué hay que estar con una dama de compañía con la piel de chocolate? Podemos seguir con los mitos. Si a uno de nosotros le hacen imaginar a una mujer negra, más de la mitad de nosotros, imaginaremos a una mujer físicamente perfecta, con un cuerpo esculpido y escultural, con la piel muy suave al tacto de nuestras manos, con una figura encantadoramente curvada y los músculos bien perfilados. No lo duden. Pero es que además, las escorts negras o mulatas tienen un volcán interior a punto de entrar en erupción, para que nos entendamos, son una bomba de relojería sexual. Sin ningún género de dudas se trata de algo genético, que ellas llevan consigo y no se esfuerzan en nada por tenerlo. Son la envidia de muchos, su cuerpo las delata, su pasión, sus movimientos y, no vamos a obviarlo a estas alturas, su cuerpazo. No lo neguemos. Tiene un cuerpo espléndido. Y siempre cometemos la misma equivocación. Cuando hablamos de mujeres negras creemos que todas vienen de África. Evidentemente, algunas sí, pero también proceden de Cuba, Latinoamérica y otros lugares. Pero si somos sinceros, un toque africano nos puede alegrar la vida, o el instante. Además, son muy inteligentes y hablan diversos idiomas. Las escorts negras suelen tener las piernas largas, son esbeltas, culo firme (en contraposición al respingón de toda la vida), cintura de avispa y, las tetas, no acostumbran a ser ni grandes ni pequeñas, sino de un tamaño natural y muy excitantes. Todo ese físico lo completan unos labios carnosos, que resultan muy apetecibles de besar y, la inmensa mayoría esta totalmente libre de silicona. Ya lo sabéis, si no os gustan las mujeres con silicona, lo mejor es poner una escort negra en vuestra vida. Entraréis en una experiencia única y extremadamente intensa. Estas mujeres son insuperables y sus movimientos de caderas son espléndidos a la hora de practicar el sexo. Y bueno, para finalizar, vamos a decir una obviedad. No a todo el mundo le gustan las mismas prácticas sexuales, ni mucho menos. A menudo, a las escorts negras les gustan otras posturas sexuales muy placenteras, por lo que te aconsejamos que te dejes llevar por sus gustos y aficiones. No lo lamentaras.