Segundo consejo: No tengas vergüenza ni reparo en pedirle a tu compañera de cama qué necesitas o incluso dártelo tu mismo. Por ejemplo, si te es más fácil alcanzar el orgasmo en una determinada postura, proponle esa postura. Lo mismo si durante el sexo oral necesitas más presión, que estimulen con un masaje prostático… ¡solo pídelo! Y si todavía no estás seguro, siempre podéis jugar a descubrirlo juntos. Tercer consejo: Si sueles tomar una actitud pasiva en el sexo con tu pareja, es bastante improbable que alcances el orgasmo. La otra persona no es adivina y necesita que le proporciones pistas y compartas el manual de instrucciones de tu propio placer. Lo demás te lo dejo a tu discreción. Estoy seguro de que lo harás perfectamente.