El coche (B-159)

El coche

Escorts Valencia y Madrid. Así que, para enseñarla, un día se me ocurrió que saliéramos con el coche a dar una vuelta. Puse una excusa pero ahora, en estos momentos, no la recuerdo. Así salimos de la ciudad y nos detuvimos en un descampado totalmente desierto y asolado. La empecé a besar y toquetearla. Ya lo sabía pero constaté que no llevaba sujetador. Ya le había echado el ojo a aquellas grandes y tersas desde el primer momento. Las estuve toqueteando un buen rato hasta que le metí mano en el coño. No llevaba bragas. La puta virgen había aprendido, desde un primer momento, a no llevar ropa interior cuando salía conmigo, y eso ya era todo un éxito. Pero quedaba por hacer. Cuando ella me tocó el pene, le dije que me hiciera una felación. Sabía que ella no había hecho ningún pero, de todas formas, cogió mi verga que, como os podéis imaginar, en aquellos momentos estaba tiesa como un mástil, se la acercó a los labios. Claro, y no se podía esperar mucho, pero lo importante es que tenía mi amor en su boca y, ese era un gran paso. Deseaba que ella disfrutara, así que la acosté en los asientos y le da una buena cabalgada para que se quedara tranquila. Debéis de saber que, una chica virgen, cuando ha follado la primera vez, se vuelve loca por hacerlo de nuevo. Sabía que debía de tenerla satisfecha para que se quedara a mi lado. Además, le quedaba mucho por aprender, y lo digo en serio. A una mujer no se le enseña a ser una buena puta en Madrid cuatro días. Eso quitároslo de la cabeza. Lleva su tiempo, pero después recuperaréis el tiempo perdido. Eso os lo puedo asegurar. Bien, por hoy lo vamos a dejar aquí. Mi próximo escrito tendrá el mismo título con el apartado segunda parte. Así tampoco nos rompemos la cabeza.

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