Citas (B-170)

Citas

Es muy normal, más de lo que nos pensamos, entrar en una rutina sexual. Por eso, antes de quedar y tener una cita con una escort, debemos pensar muy bien como nos vamos a comportar. ¿A qué me refiero? Quieras o no se nos abre un mundo de posibilidades y, sinceramente, estar con una chica cañón para terminar con la postura del misionero o el perrito, pues no. Es demasiado común. Una rutina sexual como decíamos al principio. En ningún momento podemos perder la pasión ni la imaginación. A las escorts les gustan mucho los hombres imaginativos y desean (tanto como tú) probar cosas nuevas y otras alternativas que no sean siempre las mismas. A tus sesiones de sexo debes darle un toque de distinción, así que ya sabes, antes de llamar y tener una cita con una escort, debes tener mínimamente una idea de lo que vas a hacer en todo momento. Una de las cosas que te puede sacar de este apuro y dejar de calentarte la cabeza es el cambio de rol. Como la misma palabra dice, se trata de interpretar papeles diferentes a lo que eres en realidad. Y aquí vamos a ponerte algunos ejemplos: Puedes jugar a ser un señor Grey, ya sabes, el tipo de las cincuenta sombras que ha pegado a tantos lectores (y no lectores) de una forma bastante dura. Es por sentirse un gran señor ricachón, uno de esos con mucha pasta y poder tener a todas las chicas que desees. Más aliciente no se puede pedir. Piensa en todo lo que puede hacerte (o tu hacer a ella) la escort. Eso ya es costa vuestra. Puedes echar mano a los tópicos. Por ejemplo, el fontanero (más o menos lo mismo que el butanero) ¿Te suena? Funcionan de la misma forma. Tú te haces pasar por fontanero (o butanero) y la escort por un ama de casa necesitada de sexo. En pocas palabras, cachonda. Ya sabes lo que debes hacer, entras en el apartamento (vestido para la ocasión y… lo que quieras y como quieras. También le puedes ceder el testigo de varón a la escort ¿me explico? Que ella haga de hombre, el papel masculino. No por eso dejarás de comportarte como un hombre, sino que seréis dos varones. Podéis ir a tomar una copa a un bar y empezar allí lo que más os guste. No importa que la gente mire. Si ella se pone un bigote o barba, entonces bordará el papel y lo pasaréis como nunca. Estoy seguro que te encantará y repetirás. Es otra manera de pasarlo bien y salirse de todas las convenciones posibles en lo que al sexo se refiere. ¿Tienes otras ideas? Ponlas en marcha. Eso sí, es conveniente que, cuando llames a la escort se lo hagas saber. Normalmente aceptan todas las fantasías sin ningún remilgo.

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