Acto (B-182)

Acto

Estoy seguro que todos habremos dicho esta expresión como forma vulgar para referirse al acto sexual, ya que es un modismo ampliamente utilizado y cuyo origen tiene dividido a los propios expertos en etimología, si bien la mayoría apuestan a que procede de la costumbre, ampliamente extendida en los siglos XVIII y XIX, de consumir entre la alta sociedad el polvo de tabaco, en pocas palabras, el rapé. Dicho polvo de tabaco era aspirado por vía nasal, por lo que solía provocar molestos y ruidosos estornudos y para ello, los caballeros que lo consumían en las fiestas o reuniones de sociedad, se retiraban a otra estancia con la intención de “echarse polvos en la nariz”. Claro que, con el tiempo, se convirtió con la excusa perfecta para ausentarse de cualquier reunión y poder tener fugaces y apasionados encuentros sexuales con el amante de turno. De ahí que, al convertirse en una práctica común, se acabara aplicándose el término “ir a echar un polvo” al acto sexual y ello propició que cuando dichos caballeros, en uno de esos encuentros fugaces, estaba copulando con su amante, se incluyera dicha frase.

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